SI PODRÍA volver a mi infancia, nunca hubiera esperado a que las tormentas de lluvia eliminaran todas las lombrices de tierra para que las agarrara, las colocara en las hojas y las arrojara por los canalones inundados a las alcantarillas. Pensé que era una carrera divertida. Pero ahora desearía poder retirarlo todo. Porque en los océanos tropicales existe un gusano que podría vengar violentamente a sus parientes.